Me fumé un chiflo, y en la radio sonaba un canto gitano, la luna bailaba breakdance, y un pez tocaba el piano. Vi salir burbujas del altavoz, y al locutor le creció un bigote morado, las noticias eran poemas y un tomate gobernaba el Estado.
Canaliza, canaliza, no te vayas por la cornisa, que si el humo te hipnotiza el gitano se improvisa.
Me fumé un chiflo, y en la radio sonaba un canto gitano.
Me hice amigo de una lámpara, que lloraba por enchufes rotos, los enchufes cantaban flamenco, mientras planchaban terremotos. Y de pronto, un unicornio en patines, vendía humos enlatados, la radio cambió de dial y habló en idiomas inventados.
Canaliza, canaliza, por tu mente va deprisa, si te pasas de la risa, al gitano se improvisa.
En el parque las farolas discutían sobre el sabor de las nubes amarillas, y un conejo en esmoquin repartía pasteles de anchoa y tortillas.
Me pregunté si estaba cuerdo, y una silla me respondió: “Si cantas con duendes calvos, seguro que cuerdo no estás vos”. Me fumé otro chiflo corto, la radio ahora emitía silencio hablado, en la esquina, un flamenco alienígena vendía sueños de pescado.
Canaliza, canaliza, aunque pierdas la camisa, el absurdo va deprisa y el gitano canaliza.