Internet revolucionó el mundo al conectar a millones de personas, pero con el tiempo, su valor quedó en manos de pocas grandes corporaciones como Google, Meta y Amazon. Sin embargo, las blockchains proponen una alternativa que podría cambiar las reglas del juego.

Redes Abiertas vs. Redes Corporativas
Las primeras redes de Internet eran abiertas y basadas en protocolos como RSS, donde los usuarios controlaban la información. Pero con el tiempo, plataformas como Twitter y Facebook suplantaron estas redes abiertas al ofrecer experiencias más cómodas y bien financiadas. A cambio, los usuarios perdieron control y propiedad sobre sus datos y creaciones.
Las redes corporativas centralizadas imponen altas tarifas y se benefician del contenido generado por sus usuarios. A pesar de sus ventajas en financiamiento y crecimiento, este modelo ha debilitado la visión original de un Internet libre y descentralizado.
Blockchains: Propiedad y Participación
Las blockchains combinan la apertura de las redes de protocolo con un modelo de incentivos económicos. A través de los "tokens", los usuarios pueden poseer una parte del ecosistema, beneficiarse de su crecimiento y participar en su gobernanza. Bitcoin, por ejemplo, recompensa a quienes mantienen la red con BTC, promoviendo la seguridad y descentralización.
Sin embargo, la industria cripto está dividida entre la "cultura del casino", enfocada en la especulación, y la "cultura de la computación", que impulsa innovaciones reales. Regular los incentivos y fomentar estrategias de largo plazo podría consolidar el rol de las blockchains como motor de cambio.

Reinventando la Propiedad Digital
Gracias a las blockchains, los usuarios pueden recuperar el control sobre sus datos y activos digitales. Redes como Helium muestran cómo los tokens pueden impulsar la creación de infraestructura de telecomunicaciones sin depender de grandes corporaciones.
Estamos en un punto de inflexión: las mejoras tecnológicas en blockchains pueden dar lugar a la "killer app" que popularice esta tecnología, tal como ocurrió con el iPhone o ChatGPT en sus respectivos sectores.
Las blockchains no son solo una moda, sino una revolución en la propiedad digital. Si logran superar los desafíos actuales, podrían devolver a Internet su esencia descentralizada y empoderar a los usuarios como verdaderos dueños de sus creaciones y datos.
Basado en el siguiente articulo del libro "Read Write Own".