Siempre fue muy fácil para mí culpar a las circunstancias, lugares y personas por todo lo que sucedía en mi vida. Y aunque hablo en tiempo pasado, todavía lucho pensando que jugar el papel de víctima de vez en cuando, me llevará a algún lado.
Durante mucho tiempo, me dediqué a entregarle mi poder personal a situaciones y actores externos. Incluso cargué con el peso de la culpa ficticia, hasta que estuve preparado para comprender que esa forma de pensar y sentir ya no me sirve, y de hecho, nunca lo hizo. No estaba dispuesto a cargar con algo que ni siquiera es mío, ni un segundo más.
Hoy, decido que todas las creencias limitantes se queden atrás, de una vez por todas y encaminar mis pasos a desaprender el concepto que tenía de la vida y el amor.
¿Dios Tiene La Culpa?
Fui adoptado al nacer, no tengo ninguna información sobre mis padres biológicos. Ni siquiera pasé 5 minutos en los brazos de mi madre biológica. Afortunadamente, el 14 de julio de 1989 me reciben con brazos abiertos una familia hermosa, amorosa y numerosa. No había espacio para pensar o preguntarme de dónde venía realmente. Crecí rodeado de muchos primos y amigos de la familia, compartiendo momentos muy bonitos. Nos recuerdo pasando nuestros fines de semana en reuniones, fiestas y viajes familiares. Muchos de ellos en el campo, en Valle del Cauca y Antioquia para ser exactos, Colombia, mi tierra natal. Son momentos y recuerdos que llevo en el alma y valoro con gratitud.
Sin embargo, el amor de toda mi familia y de la vida misma fue suficiente para esa versión de mi que empezaba experimentar un vacío y dolor inexplicable. . Al menos así se sentía en ese momento. Mamá siempre me hablaba de Dios, quien vivía en el cielo y lo era todo. Lo mejor básicamente, bueno ya saben, lo que generalmente nos enseñan sobre quién es Dios. También me dijo que me amaba tanto que me había dado dos mamás. Me hablaba con amor y me contaba que incluso tenemos ángeles que siempre nos cuidan. Amaba mi vida, lo tenía todo, amaba a Dios, crecí en una familia numerosa y acomodada, era feliz. Eso fue hasta el día en que asesinaron a mi padre, justo frente a mí en México DF cuando estaba por cumplir 5 años. Aprendí a esquivar balas de rifle automático desde entonces. Mi hermano pequeño y yo estábamos sentados en el asiento trasero del auto. Salimos con mi padre y el chofer, y hicimos un alto en un semáforo debajo de un puente. Yo estaba jugando con un compartimiento de basura retráctil de la puerta izquierda del carro. Cuando los disparos comenzaron a llover sobre el coche. Al escuchar los disparos, instantáneamente me agaché para proteger a mi hermano. Y aun creo que por él es que estoy aquí, si no me hubiese agachado, no estaría contando esta historia. Te amo hermanito, gracias.
¿Saben a quién culpé cuando murió mi padre? Sí, a DIOS.
Puede que no sea el Director del Universo, pero sin duda Soy El Editor de Mi Película.
¿Tenía control sobre esos acontecimientos? ¿De quién fue la culpa? ¿Por qué sucedió?
Me surgieron miles de preguntas y mi vacío sólo creció más. Ya saben cuando dicen que todo es perfecto, bueno, para mí es algo cierto. A veces pienso que es una forma cobarde de aceptar lo que pasó, y otras veces pienso que si todos esos eventos nunca hubieran ocurrido, no estaría donde estoy ahora. Es verdad, y también es cierto que algunda versión alternativa de esa historia podría haber tenido un final feliz. En fin, el camino difícil me trajo hasta aquí, ¿Y qué importa?
Como pueden imaginar, un trauma así puede causar estragos en un niño pequeño, no solo en mí, sino en mi hermano menor, mi hermana, mi madre, nuestra familia y amigos. Continué mi vida con una ira inmensurable, resentimiento, culpando a todo y a todos como dije, era demasiado dolor disfrazado. Y bueno, podríamos pasar el resto de nuestras vidas hablando sobre cómo todos nuestros momentos difíciles nos afectaron. Cuántos errores cometimos. Cómo algunas personas nos lastimaron. Cómo perdimos algunas de ellas. ¿Cómo muchas cosas no funcionaron para nosotros, bla bla bla y esto y aquello y lo otro. O simplemente podemos contar nuestra historia SIN estar en modo víctima. Ser tan pesimistas y derrotistas al respecto es inútil, ¿para qué?
Cuando comencé a escribir este artículo, solo quería compartir mi historia y conectar con personas que resonaran con mi mensaje. Pero la vida me mostró una mejor manera de abordar esto.
Es hora de reescribir mi guion, pero primero, necesitas hacerte un par de preguntas, si me permiten sugerir.
¿Sabes qué vida estás viviendo? ¿La de tus padres? ¿La vida de una versión de ti mismo que ya no sirve a tu propósito? ¿Estás viviendo "la vida ideal que la sociedad espera"?
Me di cuenta de que NO estoy aquí para cumplir las expectativas de nadie, no soy un competidor, y mi vida no es una carrera. Seguramente has escuchado esto antes, pero bueno, parece que tenías que leerlo nuevamente hoy. Una vez comprendí, a través de un despertar espiritual muy intenso (sí, me gustaría decir intenso porque lo es) que realmente estaba viviendo en piloto automático, las cosas comenzaron a cambiar. A qué me refiero con esto:
Inconscientemente, pasé todos estos años de mi vida repitiendo los patrones de vida de otras personas, y eso solo significa que mi cerebro funciona perfectamente. Aprendemos qué es la Vida y replicamos lo que se vive a nuestro alrededor en los primeros 7 años de nuestras vidas. Imitamos el significado del Amor, el Dinero, las Relaciones y la dinámica de todas las áreas de nuestras vidas de lo que nos rodea, que es principalmente la vida de nuestros padres y lo que nos impone una sociedad pre-fabricada. Con sus estándares y realidades preestablecidas.
Necesitaba liberarme de ellos lo antes posible porque ESA era la razón por la que no estaba logrando lo que quería para mi vida. Comencé a creer y a reclamar mi poder personal sobre mi vida y empecé a experimentar una gran sensación de libertad y autoridad sobre mi vida.
Una pregunta más...
En el curso de esta experiencia, la relación que comencé a tener con Dios, el universo, la fuerza, el destino, la energía, como quieras llamarlo, aprendí, experimenté y me rendí ante el amor incondicional verdadero. Toqué fondo tan fuerte que lo único que pude encontrar allí abajo fue AMOR, y no lo que pensaba que era eso. Me rendí ante algo más grande que yo, que mi ego, para que me enseñara, para que me mostrara, y eso hizo. Estoy eternamente agradecido porque simplemente me había cansado de sentirme vacío, estaba tan agotado de tratar de controlar todo en mi vida sin ningún resultado. Me permití creer en algo hacia lo que siempre había sentido resentimiento y odio, y con esto me refiero a DIOS. Sí, supongo que odiaba a Dios y a todo en el fondo, me di cuenta que también me odiaba a mí mismo.
¿Por qué hice todo esto?
Para llamar la atención, sí, y porque simplemente no sabía hacerlo mejor. Y me pregunté:
¿Quiero seguir caminando en círculos, lastimándome a mí mismo y a otros, rechazando todas las maravillosas oportunidades que tengo HOY?
No, ya tuve suficiente de eso. Abrí mis ojos para reconocer que ese patrón de comportamiento insano y me enfoque en cambiarlo.
Sentí una necesidad urgente de tomar pasos importantes hacia ese cambio. Sabemos que nuestra mente, cuerpo y espíritu tienen una conexión indudable, que todo está conectado.
Y claramente, mi historia de vida y mi manera de vivir, afectaba mi salud significativamente. A los ojos de los mejores médicos, mi bienestar y mi salud mental siempre dependerían de las drogas psiquiátricas. No había posibilidad de llevar mi diario vivir sin esa dependencia, esto era algo imposible para la medicina. Fui "diagnosticado" con trastorno bipolar, desencadenado por el abuso de alcohol y marihuana. Consumo que empezó cuando en los primeros semestres de mis estudios en la universidad. Eso no solo condicionaba mi salud mental, sino que me afectó en todas las áreas de mi vida por más de 14 años. Mi familia, mi carrera, mis relaciones... Mental, física y emocionalmente fue una hermosa lección, el evento más significativo que he experimentado hasta hoy. Después de un proceso transformativo de consciencia, voluntad y disciplina, me liberé de la adicción. Hoy soy una persona 100% sobria, sano. Después de más de 13 años de dependencia a medicamentos psiquiátricos y marihuana.
Me abro hoy para compartir esta historia porque sé con certeza que hubo una fuerza más grande que yo, quien me dio este reto como un regalo, por más duro, difícil e imposible que pudiera ser para mí. Fue lo suficientemente difícil, para superarlo. Dios trabaja de maneras misteriosas, y puso todo en mi, para que yo pudiera aprender y sanar. Por supuesto con el apoyo incondicional de mi familia y seres queridos. Sin olvidar el papel que jugaron las personas y las situaciones que se sortearon para que ese resultado llegara. Ahora que miro hacia atrás, sé que Dios siempre ha estado a mi lado, y tengo la certeza de que siempre lo estará.
Dios es grande...No le importa si crees en él o no. No le importa si eres BUENO o MALO, o AMBOS. Dios nos ama, aparentemente sin razón, simplemente porque sí. Nos ama porque ÉL es amor, así de simple. Un PODER SUPERIOR que nos ama porque somos sus hijos, y él es un padre que ama incondicionalmente. Sí, superior... Hay algunas cosas que simplemente no dependen de mí, y lo entiendo completamente. Puedo dar lo mejor de mí, esforzarme y luchar tanto como pueda, ¿sabes? Ejecutar mi mejor plan, actuar siendo la mejor versión de mí mismo o lo que sea, y aun así, algunas cosas NO dependen de mí, simplemente NO. A veces, no importa qué tan grandioso y talentoso seas o creas que seas o si tus planes son perfectos e impecables, NO ESTAMOS EN ABSOLUTO CONTROL DE TODO.
Está bien si a veces no podemos manejar la charla de "Dios te ama".
Podemos permitirnos quejarnos sobre las cosas complicadas y cuestionables de la vida. Enojarnos, irritarnos, estar tristes, ser cobardes al respecto, llorar, gritar o lo que sea durante un par de minutos de nuestras vidas, y luego simplemente parar y seguir adelante para dar lo mejor de nosotros nuevamente, eso es saludable. Lo que no es nada sano es vivir toda la vida en modo de víctimas. Ceder nuestro poder personal, atribuyéndole la responsabilidad de nuestra vida a agentes externos. Siendo honestos, yo todavía lo hago durante un par largos minutos, me quejo, culpo y juzgo. Algún día serán segundos en esa “divertida actividad”.
Está bien si sentimos lo que sea, los sentimientos son solo sentimientos, y no nos definen. Somos más grandes que nuestros problemas, Dios es más grande que nuestros sentimientos, más grande que nuestros pensamientos, más grande que lo que pensamos que es Dios. Desearía tener control sobre todo, lo deseo. Creo que eso me haría sentir seguro, pero afortunadamente no lo tengo, y aceptar eso en mi vida, que no estoy 100% a cargo, me quitó un peso de los hombros, simplemente no es mi trabajo. Y no es renunciar a mi poder y responsabilidad personal, es generar un espacio y una actitud de apertura y receptividad en mi vida para conectar con lo divino.
Los sentimientos son solo sentimientos y las lecciones son solo lecciones si no aprendo de ellas. Mi trabajo es aprender, y desaprender lo que no sirve a mi propósito de vida para crear mi propia realidad. Mi trabajo es disfrutar la vida, y mi trabajo es inspirar y servir a otros con lo que Dios ha puesto en mí. Él es un maestro asombroso, me da lecciones de humildad también. ¡y me educa en casa duramente! Del tipo de clase "siéntate y déjame hacer mi trabajo". Me siento afortunado de poder vivir una relación con ese poder superior de esta forma.
La Gratitud Es La Llave De Todas Las Puertas Del Universo
Me despierto y me acuesto agradeciéndole por todas las cosas hermosas de mi vida, por su generosidad, por su protección, por su guía, por las dificultades, por los desafíos... Por todo, por la comida en mi plato, por mi hogar, por mi familia, por mis dones y habilidades, por mis debilidades, por mis colegas y amigos, por todo. Creo firmemente en el poder mágico de la gratitud, en fortalecer todos los días mi habilidad de poder dar gracias ante cualquier circunstancia, positiva o negativa. Entendiendo que siempre tengo y recibo lo que necesito para aprender y continuar evolucionando. Comprendiendo que todo sirve un propósito perfecto y practico la gratitud en su esplendor.
Y obvio, tenemos necesidades terrenales, necesidades mundanas estúpidas claro! Por eso elegí dejar de perseguir la pureza en la perfección y comencé a abrazar mi condición humana y simplemente disfrutar consciente y responsablemente todo lo que puedo.
Resignificar Tus Ideales
Soltar ideales impuestos, dejar de romantizar la vida y resignificar nuestros ídolos (poder, dinero, placer), para ofrecer y liberar en Gratitud todo lo que ya no está alineado con nuestro Propósito Divino es una tarea crucial en nuestra evolución personal. Hay que rendirnos al Amor Incondicional de Dios y servirle a esta vida con Humildad, Pasión y Bondad.
Tengo que aceptar el hecho de que no quiero experimentar mi viaje espiritual y mi vida en general, tratando de encajar en un molde, tratando de replicar una perspectiva preestablecida de la vida. Decido día a día, crear mi propia realidad. Porque Idealizar la vida perfecta y correr en círculos haciendo lo que otros piensan que es correcto, me hizo esclavo de esos ideales.
La envidia es enemiga de la felicidad, por eso tuve que dejar de comparar mi definición de éxito con la de otros. Se convierten en esfinges y el verdadero significado de la vida es lo que sucede mientras estoy dando mi atención a todas esas cosas mundanas. Mi definición de éxito debería ser lo que ya he logrado, lo que he superado y la persona que soy hoy. Soy pleno, ya soy exitoso, me siento completo. Es un error querer alimentar ideas de fracaso, frustración y vacío, eso no me llevará a donde quiero ir. Pensar, sentir, hablar y actuar basado en nuestros valores fundamentales, y priorizando nuestro poder interior y nuestro propósito superior nos sitúa en nuestras metas.