“En una sociedad en decadencia, el arte, si es veraz, también debe reflejar la decadencia. Y, a menos que quiera romper con su función social, el arte debe mostrar el mundo como algo cambiante. Y ayudar a cambiarlo”. Ernst Fischer
En la actualidad, el arte enfrenta desafíos significativos para cumplir con la visión que Ernst Fischer describió: reflejar la decadencia de la sociedad y contribuir a su transformación. Mucho del arte contemporáneo se ha convertido en mero entretenimiento, evitando confrontar las realidades sociales y actuando como una especie de "cancelación de ruido" que neutraliza cualquier muestra de decadencia para no incomodar al público.
Medios como la televisión y la radio han dejado de pretender ser formas de arte, convirtiéndose abiertamente en negocios con narrativas envueltas en ideologías específicas. Aunque existen excepciones que escapan a la homogeneización, estas obras suelen estar destinadas a un pequeño grupo de consumidores y en realidad no buscan fomentar un cambio ni contribuir a ninguna transformación.
Si además tenemos en cuenta el panorama actual, vivir del arte es cada vez más difícil y las opciones tradicionales como el mecenazgo o las subvenciones presentan limitaciones.
Mecenazgo
Las personas adineradas financian obras de arte y, a menudo, adquieren la propiedad intelectual de estilos que antes podían ser marginados. Al pagar por estas obras, los mecenas se perciben a sí mismos como creadores, ya que posibilitan la existencia del arte y sus estructuras. Curiosamente, estas obras parecen milagrosamente obra suya, haciendo parecer que antes de que ellos pusieran su dinero, allí no había nada. Se convierten en creadores-salvadores por arte de magia.
Subvenciones
La institucionalización del arte puede alejar al artista de reflejar la decadencia social y de cuestionar el statu quo. La crítica pierde fuerza cuando se imponen restricciones, y el arte financiado por instituciones tiende a ser más institucional que contestatario. Por ello, el artista nunca podrá ser un trabajador social.
A pesar de estas limitaciones, algunos artistas operan fuera de estos sistemas o los utilizan esporádicamente bajo ciertas condiciones, adoptando roles de gerente-artista para sobrevivir. Sin embargo, surge la pregunta: ¿es posible vivir del arte en estas circunstancias?
¿Cómo puede ayudar web3?
En el panorama actual, donde el arte a menudo se ve limitado por estructuras tradicionales como el mecenazgo y las subvenciones, la Web3 emerge como una plataforma que ofrece a los artistas nuevas oportunidades para recuperar su autonomía y conectar directamente con su audiencia.
Innovación y Nuevas Formas de Arte
Web3 abre posibilidades para la innovación artística. Los artistas pueden experimentar con formatos digitales, crear obras interactivas y colaborar en proyectos descentralizados que antes eran impensables. Esta libertad creativa impulsa el desarrollo de nuevas corrientes artísticas y permite a los creadores explorar territorios inexplorados, aunque también funciona con formatos tradicionales.
Comunidades y Financiamiento Colectivo
El ecosistema facilita la creación de comunidades en línea donde los artistas pueden interactuar directamente con sus seguidores. A través de plataformas de financiamiento colectivo, los artistas pueden obtener apoyo financiero de su audiencia sin depender de instituciones tradicionales. Esto fomenta una relación más cercana y auténtica entre el creador y su público, y permite que proyectos innovadores vean la luz gracias al respaldo directo de los interesados.
Eliminación de Barreras Geográficas
La naturaleza global de la Web3 permite a los artistas acceder a mercados internacionales sin las restricciones geográficas que suelen imponer las galerías físicas o las instituciones culturales. Esto amplía significativamente su alcance y potencial de ventas, permitiendo que su obra sea apreciada y adquirida por una audiencia global.
Descentralización y Autonomía
La Web3 se basa en tecnologías descentralizadas que permiten a los artistas distribuir y monetizar su trabajo sin intermediarios y en tiempo real. Esto significa que pueden mantener el control total sobre su obra, desde la creación hasta la venta, estableciendo sus propias condiciones y precios. Además, la descentralización facilita la transparencia en las transacciones, lo que genera mayor confianza entre artistas y compradores.
Coleccionables Digitales y Propiedad
A través de la Web3, los artistas pueden convertir sus obras en coleccionables digitales, certificados únicos que representan la propiedad de una pieza específica. Esto no solo garantiza la autenticidad de la obra, sino que también permite a los artistas recibir regalías cada vez que su obra se revende en el mercado secundario, asegurando ingresos continuos.
La Web3 representa una revolución en la forma en que los artistas pueden crear, distribuir, exponer y monetizar su trabajo. Al eliminar intermediarios, ofrecer transparencia y facilitar la conexión directa con una audiencia global, proporciona las herramientas necesarias para que los artistas mantengan o recuperen su independencia y prosperen en un entorno digital en constante evolución. Es una oportunidad para que el arte vuelva a ser un reflejo auténtico de la sociedad y un agente de cambio, tal como lo describió Ernst Fischer.
Suena Michael Kiwanuka - You Ain’t the problem
Fuentes
Foto Portada: Thomas von Wittich – Berlin Kidz series
La necesidad del arte - Ernst Fischer
Mediocracia - Deneault Allain