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¿Por qué pasa todo esto?
Si el correo y la cartera fuesen vehículos, el correo circularía por carreteras privadas de empresas y por eso éstas, al ser las dueñas, pueden hacer lo que quieran: prohibir, censurar, dejarte ver sólo la parte que ellos quieran o dejarte entrar sólo si les dejas comerciar con datos (siempre con tu permiso).
Una dirección de una cartera o wallet circula por una blockchain y por eso muchas de las ventajas antes mencionadas en la comparativa de la entrada anterior no son solo propias de las carteras en sí, sino que sus circuitos, su internet, no son privados, son públicos. Y además tú tienes un seudónimo, sin nombres ni apellidos, solo 0x1dC454a12ab7cc77e9b550310be4e89f007a6cfd. Por eso hay una gran diferencia en hacer una cartera sin dar ningún dato personal o hacer una cuenta en una plataforma con todos tus datos y aceptando todos los permisos.
Si quieres quedarte más tranquilo, en esta página web podrás comprobar si tu correo ha sido comprometido en algún momento.
¡Mentiroso! yo ya tengo una cartera y me han pedido hasta una foto de mi cara.
Buena observación.
Es posible que hayas creado una cuenta en un broker o exchange en algún momento. Estas empresas, por requerimientos legales han de aprobar a sus clientes para permitirles comprar y vender activos digitales. En este caso, la empresa suele ofrecer a su cliente diferentes direcciones (0x1Er3….) con la finalidad de facilitar la operativa del cliente, normalmente la compra, venta, envío, recepción, préstamos u otros servicios, normalmente de múltiples blockchains.
La realidad es que puedes operar con varias monedas y gestionar saldos. Pero esa cartera está asociada a tu nombre a través de la empresa, por lo que no es anónima, y además no te pertenece. Si tú no guardas las claves de tu cartera, la cartera no es tuya y por tanto si la empresa en algún momento deja de prestar el servicio, perderás el acceso a esos fondos. Igual que un banco.
Para explorar web3 de una manera autónoma y seudónima lo mejor es crear una wallet descentralizada sin ninguna entidad de por medio. Lo veremos en la siguiente entrada.
La privacidad importa
Antes de continuar con el final de este post, me gustaría recordar que el objetivo de este espacio es facilitar consejos prácticos para empezar en web3 y ver el impacto en negocios y comunidades. Es decir, no pretendo asustar ni meter el miedo en el cuerpo. Tampoco convencer a través del terror ni que nadie cambie de opinión. Tampoco espero que de pronto te pases al lado más duro de la privacidad. Simplemente recordar algunos impactos en los usuarios (nosotros) de las dos tecnologías. Si te interesa este tema, a continuación te facilito dos videos cortos que son dos charlas TED. Por orden cronológico la de Glenn Greenwald de 2014 (en inglés subtitulado) y la de Marta Peirano en 2015 en Madrid, la cual tuve la suerte de ver en directo.
Introducción al negocio del uso de datos
Cualquier servicio al que se accede con tu correo puede ganar dinero utilizando tus datos.
Pensemos que si en lugar de darme de alta en 54 aplicaciones con contraseñas diferentes, mi cuenta en Meta certifica que “yo soy yo” y me permite acceder solo con un click a la nueva app que me acabo de descargar, parece tener cierto sentido que otros servicios se fíen de una empresa gigante te identifique.
El usuario confía en Meta, por eso tiene una cuenta y ha dado sus datos personales.
El usuario gana, porque no tiene que identificarse una vez por app, puede usar la app inmediatamente.
La aplicación gana porque elimina una barrera de entrada, la app se puede usar directamente.
En este ejemplo Meta sería lo que se suele llamar el tercero de confianza.
Es genial que Meta u otra plataforma nos ofrezca esto, ¡qué solidarios, no?!
Sí, pero como decía un coterráneo, "una cosa es ser solidario, y otra es ser solidario a cambio de nada". Al ofrecer este cómodo método parece que hace dos favores, parece lo que se conoce como una situación beneficiosa para todos, pero nada más lejos.
Al ofrecerse a hacer este tipo de identificación y autenticación, estas empresas facilitadoras tienen derecho a ver las aplicaciones qué usas, qué servicios utilizas en esas apps, información relacionada con tus preferencias, su uso… Esas premisas suelen ser las básicas. Otras plataformas como TiKToK requieren tener acceso a tu agenda, llamadas, mensajes de voz, localización de varios dispositivos, etc…y esto normalmente va a más.
Hasta aquí, nadie ha ganado dinero con los datos que has autorizado para poder usar esa aplicación. Pero esos datos (tus datos, vuestros datos, nuestros datos) están perfectamente clasificados, porque recuerda que saben edades, usos de las apps, cosas que te gustan, tus movimientos físicos, palabras claves, sitios que te gustan, gente con la que contactas, dónde están…esa información segmentada es muy valiosa, y tiene precio. Se utiliza entre otras cosas para venderla a las empresas que se anuncian precisamente en esas plataformas. Y estas empresas que venden en esas plataformas (tiendas o productos que se anuncian en redes), son las que pagan por esa información, para hacer que sus anuncios no se pierdan en un mar de perfiles y lleguen a gente que ha manifestado (directa o indirectamente) que le importa o que le interesa eso. Por eso si te pasas un tiempo hablando de algo, o te paras mucho tiempo delante de ciertos escaparates, después te aparecen anuncios y ofertas de ese algo. “Como si te estuviesen espiando”. No sólo estás empresas, también muchos proveedores de wi-fi gratis o pequeñas aplicaciones, cada vez más.
¿Es este un buen uso de la información por muy bien dirigidos que estén los anuncios?
¿Justifica el hecho de dar tus mis datos y tu privacidad por entretenimiento gratis?
Además de la parte comercial, el hecho de dejar que la seguridad de un servicio recaiga en otras empresa privadas puede tener su parte opaca, ya que si no tienes ningún otro sistema para aceptar usuarios, estás dejando en manos de terceros los criterios para aceptar usuarios nuevos, aceptando sus políticas y restricciones al 100%. Dar este poder a otra empresa puede ser peligroso ahora, pero más peligroso en el futuro.
¿Merece la pena la comodidad a la hora de acceder a usar una app nueva? La verdad es que cada vez con un correo hay menos alternativa.
Seudónimos en la blockchain, hasta que…
Recuerda que la blockchain (Ethereum) es “transparente”, es decir, todas las transacciones y saldos de las carteras son públicos, los puede ver cualquier persona. Basta con poner la dirección de la cartera en este explorador para ver todos los movimientos y el saldo. La cartera no está asociada a tu nombre ni ningún dato personal, pero si en algún momento existe esa unión entre cartera y persona, se termina el poder del seudónimo.
Para saber más sobre privacidad en la blockchain y como está avanzando este tema te dejo este ensayo corto muy reciente de 5 autores, incluido Vitalik.
Para poner de contrapunto los dos modelos, en web3 hay modelos económicos que te pagan por los datos que generas, horas jugadas, reseñas, datos de tu ejercicio cardiovascular, participación en el protocolo, navegar en la web…. Sí, ellos ganan con la información de tus datos, pero tú también. Más adelante veremos más sobre estos modelos y su realidad.
Y entonces ¿Por qué el equivalente es la cartera?
Parece que uno sirve para enviar correos y otro para guardar dinero. También, pero lo importante de este post es mostrar que además, los dos son los mínimos identificadores de sus respectivos modelos de web.
La cartera sirve para entrar con tu seudónimo en la blockchain, pero sin datos asociados.
El correo sirve para identificarte en las plataformas, donde te piden lo que la plataforma de turno considere para que puedas usar el servicio ”gratis”.
Suena Dominik Eulberg - H2o